Con esta salsa de cacahuetes tu comida estará completa. La leche de coco hace que la salsa sea deliciosamente cremosa, y la guindilla junto con el jarabe de jengibre le dan un ligero sabor picante. ¡Una salsa riquísima y equilibrada!
GuarniciónSalsa para mojar y aderezar1 porcion10 minutos preparar
Amber es una conocida entrenadora de salud y madre de 3 hijos. Es autora de varios libros de cocina populares y tiene una visión holística de la nutrición y las personas. Echa un vistazo a amberalbarda.nl.
Así se hace
Corta la chalota y la guindilla muy finas. Prensa el ajo. Ralla el jengibre. Consejo: también puedes poner todo en un pequeño procesador de alimentos, para convertirlo en una mezcla gruesa.
Pon el aceite de coco en una sartén y saltea la chalota, el ajo, el jengibre y la guindilla unos 2 minutos a fuego medio. Baja el fuego y añade el jarabe de jengibre. Deja caramelizar un minuto.
Revuelve la mantequilla de cacahuete con el tamari y algunas cucharadas de leche de coco. (¡Lo puedes poner todo en la licuadora y va más rápido!) Ponga la mezcla de mantequilla de cacahuete en la sartén con las verduras fritas y añade la leche de coco poco a poco. Revuelve bien con un batidor para que no se hagan grumos.
No dejes que la salsa hierva, sino que apaga el fuego tan pronto como la salsa esté lisa y todo esté caliente.
Si la salsa está demasiado espesa, añade un poco de leche vegetal.
Pica finamente la cebolleta para adornar.
Consejo(s)
Deliciosa con fideos (soba) o nasi con seitán. También es riquísima con gadogado (un plato de verduras indonesio).